Producto de la interacción y comunicación constante de los 7.700 millones de habitantes y de sus estructuras políticas, sociales, culturales, ideológicas y de todo tipo, se consensuan determinadas opciones, decisiones, definiciones y comportamientos que son mayoritarios en la sociedad y aceptados por ellos. De igual manera que Adam Smith definió la mano invisible de la economía confiando en la capacidad autorreguladora del libre mercado, a través de la cual se logran los acuerdos más eficientes y justos en el mercado económico y que es la base estructural de la economía de mercado en el mundo y en prácticamente todos los países, la mano invisible de la sociopolítica logra ese mismo funcionamiento dentro de lo que el autor ha llamado el mercado de las ideas, generando un funcionamiento más eficiente y justo de la sociedad.

El mercado de las ideas y la mano invisible de la sociopolítica son la esencia del más avanzado funcionamiento democrático. Realmente la mano invisible de la economía no es más que una parte de la mano invisible global de la sociopolítica.

La mano invisible de la sociopolítica hace referencia a cómo ese mercado de las ideas formado por las opiniones y los conceptos que se generan constantemente por las interrelaciones de toda la humanidad, favorece que se asuman las mayoritarias, las aceptadas por todos y que acaben concretándose en leyes, normas y fundamentos de nuestra verdadera escala de valores, éticos y morales. La mano invisible sociopolítica actúa generando consensos que definen cómo debemos convivir y desenvolvernos los seres humanos.

El mercado de las ideas está en constante movimiento y es el que hace que el mundo evolucione hacia un mejor futuro. Nunca antes en la historia del mundo se había construido algo con la participación e implicación de toda la humanidad, es por eso que el mercado de las ideas es imparable, por encima de rígidas leyes, normas y costumbres ancestrales, hoy día, gracias a la comunicación digital, el tiempo real cero y a la eliminación de fronteras en la información, todos somos creadores de ideas y contribuimos a alimentar ese mercado de ideas.

Fuente:El Nacional