El politólogo español afincado en América, Carlos Malo de Molina, luego de tres años de investigar la circunstancia política y económica venezolana, elaboró el Plan de Transición Democrática que se comienza a utilizar en este momento. Para eso se entrevistó con la mayoría de los dirigentes políticos de la oposición, dirigentes religiosos y sociales, con los que consensuó una especificación real de la circunstancia político – económica de Venezuela y sus procedimientos que se deben llevar a cabo para la restauración democrática.

Se concretaron en 25 puntos los pasos necesarios para producirse el cambio a la democracia, siendo el primero la formación de un gobierno de transición, formado con el consenso de todas las fuerzas, teniendo una estructura mayoritaria de las fuerzas sociales y de oposición pero dando cabida además a una minoría de representantes chavistas. Este gobierno de transición va a tener la meta de convocar unas selecciones libres y democráticas en un intervalo de entre 9 y 12 meses.

La estrategia para la rehabilitación de la democracia contempla la salida del país de los primordiales dirigentes políticos del chavismo, la disolución de la asamblea nacional constituyente y el reconocimiento de la Asamblea Nacional (AN) como exclusiva institución gerente del poder habitual democrático, restaurando todas sus competencias.

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