La suerte está echada y el domingo va a ingresar en juego un nuevo reparto del poder en España. La operación electoral, según fué pasando, ha debilitado a los partidos emergentes en tanto que los históricos han recuperado el voto. Todavía, España se convertirá al tripartidismo.

El Partido Habitual va a ganar en la mayor parte de las autonomías, por lo menos 10 de las 13 más Ceuta y Melilla; en tanto que el PSOE va a ganar en un más alto de dos, Asturias y, quizás, Extremadura.

En relación a las municipales, el PP además va a ganar en la mayor parte de los ayuntamientos destacables y el PSOE va a poder ganar en ayuntamientos de tamaño medio y chicos, repartiéndose su victoria en ese segmento además con el PP y con el resto de partidos; los partidos nacionalistas saldrán subjetivamente bien parados. En el final es de aguardar un aumento de la participación en relación a las anteriores municipales lo que supondrá una participación masiva.

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